jueves, 15 de mayo de 2008

LA EXTRADICIÓN DE LOS "PARAS"

Extradición de 'paras' impide esclarecer sus crímenes: Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Por: SERGIO GÓMEZ MASERI, Corresponsal de EL TIEMPO, Washington, mayo 14 de 2008.


"Afecta -además- la obligación del Estado colombiano de garantizar los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación" por sus crímenes, agrega la CIDH.
"La extradición impedirá la investigación y el juzgamiento de graves crímenes", "cierra las posibilidades de participación directa de las víctimas en la búsqueda de la verdad" e "interfiere con los esfuerzos por determinar los vínculos entre agentes del Estado y estos líderes paramilitares", de acuerdo con el organismo hemisférico.
El siguiente es el texto del comunicado:
Washington, 14 de mayo de 2008 - La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su preocupación por la extradición de líderes paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que limita seriamente el esclarecimiento de graves crímenes perpetrados durante el conflicto armado en Colombia.
El martes 13 de mayo, el Estado informó sobre la extradición a los Estados Unidos de 14 líderes paramilitares, entre ellos Salvatore Mancuso, "Jorge 40" y "Don Berna" para ser juzgados por delitos de narcotráfico. Las personas extraditadas se habían acogido a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz, destinada al juzgamiento de los crímenes cometidos contra la población civil por miembros de grupos armados al margen de la ley en Colombia.
La Comisión observa que esta extradición afecta la obligación del Estado colombiano de garantizar los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación de los crímenes cometidos por los grupos paramilitares. La extradición impide la investigación y el juzgamiento de graves crímenes por las vías establecidas por la Ley de Justicia y Paz en Colombia y por los procedimientos criminales ordinarios de la justicia colombiana. También cierra las posibilidades de participación directa de las víctimas en la búsqueda de la verdad sobre los crímenes cometidos durante el conflicto y limita el acceso a la reparación del daño causado. Asimismo, este acto interfiere con los esfuerzos por determinar los vínculos entre agentes del Estado y estos líderes paramilitares.
La CIDH ha dado estrecho seguimiento al proceso de desmovilización en Colombia desde su inicio, con base a un mandato del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y a sus competencias conforme a la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En este marco, ha expresado en numerosas oportunidades la importancia de que el Estado garantice el derecho de las víctimas del conflicto armado a la verdad, la justicia y la reparación.

¡Se fueron!

Editorial de El Tiempo, 14 de Mayo de 2008. Redactor de EL TIEMPO.
Las imágenes de los 14 hombres de la cúpula paramilitar que sembraron el terror en vastas regiones de Colombia, cargados de cadenas subiendo la escalerilla de un avión de la DEA, serán sin duda de las más memorables entre las muchas del conflicto armado colombiano. Ver a Mancuso, 'don Berna', 'Jorge 40', 'Gordo Lindo' y otros jefes de las autodefensas extraditados a Estados Unidos es uno de esos actos del presidente Álvaro Uribe tan potentes e impredecibles como definitivos.

Los motivos citados por Uribe para adoptar la sorpresiva y drástica medida son el cúmulo de incumplimientos de los compromisos que los desmovilizados comandantes de las autodefensas adquirieron cuando aceptaron someterse a la Ley de Justicia y Paz y por cuenta de los cuales sus extradiciones estaban en suspenso.

Según el Gobierno, había evidencia de que seguían delinquiendo desde prisión por medio de retaguardias que dejaron activas y estaban burlando a la Justicia a la hora de confesar sus crímenes y entregar sus propiedades, un proceso que llevaban a cabo a ritmo de cuentagotas. La medida despeja dudas con respecto a supuestos pactos secretos entre Uribe y los jefes paramilitares, de los que mucho se habló cuando se inició la desmovilización, pero abre al mismo tiempo interrogantes sobre aspectos centrales del proceso de Justicia y Paz, como son los de la verdad y la reparación de las víctimas. De lo que no cabe duda es de que la medida fue bien recibida por todos los colombianos que cuestionaban que los autores de atroces crímenes y matanzas no recibieran adecuado castigo (por la Ley de Justicia y Paz habrían salido en 3 o 4 años).

Aunque no sea por violación de derechos humanos, sino por narcotráfico, que es el delito que más interesa a E.U., lo previsible es que los jefes 'paras' sean condenados a largas penas en prisiones donde les resultará imposible seguir conspirando, amenazando y delinquiendo. La medida también es un duro golpe a la estructura paramilitar, sobre la cual ejercían notoria influencia. Todo lo cual no oculta, a su vez, que esta extradición masiva revela un enorme fracaso del proceso de Justicia y Paz en lo que se refiere a los grandes jefes paramilitares. Para no hablar de la inoperancia de las cárceles, desde donde continuaban delinquiendo.

* * * *

No deja de ser un tanto incoherente que quienes antes denunciaban que Uribe no extraditaba a los jefes paramilitares por los compromisos que había adquirido con ellos, ahora lo cuestionen por hacerlo y hablen de una cortina de humo para tapar el escándalo de la 'parapolítica' y el caso Yidis.

Pero, más allá de los opositores de oficio que le dan palo a Uribe porque boga o porque no boga, hay temas que inquietan. Es explicable la preocupación de las víctimas con respecto a que, con los principales jefes de las Auc en Estados Unidos, no se conozca plenamente la verdad de los innumerables crímenes que cometieron, ni haya la debida reparación. La justicia gringa se interesa más en kilos de cocaína que en motosierras y palabras como parapolítica o reparación apenas si le preocupan, en el marco de los procesos por narcotráfico que motivaron esta extradición.

El Presidente y el Fiscal General han dicho que recibieron garantías de Washington de que fiscales del país podrán viajar a Estados Unidos e interrogar allí a los extraditados de manera amplia. Entre otras cosas, para que cuenten quiénes fueron sus cómplices en distintos sectores de la sociedad, en especial en la política. También confían en que los bienes y dineros que entreguen a la justicia norteamericana con el propósito de reducir sus penas sirvan para resarcir a las víctimas del paramilitarismo.

* * * *

Pero del dicho al hecho hay largo trecho. Más allá de las intenciones del gobierno colombiano e, incluso, de sus acuerdos con su homólogo de E.U., los jefes paramilitares quedan ahora a disposición de jueces que se caracterizan por su independencia constitucional, y a los que el Departamento de Justicia apenas si puede hacer 'sugerencias'. Y no hay que olvidar que los mecanismos de cooperación judicial de Estados Unidos con Colombia son lentos, complicados y a veces simplemente inoperantes.

Para no ir lejos, en el caso de Chiquita Brands, la multinacional bananera acordó hace más de un año con el Departamento de Justicia de E.U. pagar una multa de 25 millones de dólares por entregar 1,7 millones a los 'paras' en Urabá. Pero la Fiscalía colombiana no ha conseguido que le envíen los datos que necesita para procesar a los ejecutivos de E.U. involucrados, con lo que el proceso, aquí, podría precluir. Y de los 25 millones de la multa, las víctimas en Colombia no han visto un solo dólar.

* * * *

Tanto el Gobierno como la Fiscalía deben realizar los mayores esfuerzos para que lo acordado con Washington no se quede en el papel. Además, deben aprovechar que estos personajes ya no están en Colombia en posición de perturbar la tarea de la Justicia, para quitarles de manera pronta y efectiva sus bienes y utilizarlos también para la reparación de las víctimas.

Sólo si las autoridades colombianas tienen éxito en estas tareas, y si además los herederos de estos personajes también son perseguidos, podrá decirse que la decisión de extraditar a los 14 líderes de las Auc, que en principio camina en la dirección correcta, llegará a ser todo lo efectiva que exige el enorme daño que ellos le hicieron al país.

Extradición masiva: un duro mensaje al mundo

Por: José Guillermo Palacio. Editor Hechos Políticos EL COLOMBIANO, mayo 14 de 2008

La extradición en bloque de varios de los jefes desmovilizados de las ex Auc es un mensaje categórico al mundo por parte del presidente Álvaro Uribe Vélez, en el sentido de que el Gobierno se la juega por la transparencia, la defensa del Estado de Derecho y de que no habrá consideraciones, caiga quien caiga.

Ahondando en la medida, en la evaluación y posterior decisión, queda claro que el Estado no puede tener miedo y no puede dejarse acobardar cualquiera sea el enemigo que tenga al frente.Ahora, desde la otra orilla, queda en el país la reacción de furia, un sentimiento perfectamente humano, de alias Jorge Cuarenta, quien al enterarse de que le abrían la puerta del penal para enviarlo a otro más gris y profundo, gritó, “hp. nos traicionaron”.

Analistas y los mismos abogados defensores de las autodefensas, coinciden en que el proceso de paz pasa a segundo plano y que pese a sus múltiples dificultades, el mismo era una demostración de paz de unos grupos que llegaron a tener más de cuarenta mil hombres en armas, que coparon numerosos territorios en los que ejercieron las tareas de un gobierno que consideraban lejano e invisible y que nunca fueron derrotados militarmente.

En consecuencia, se corre el riesgo de la posible reestructuración de algunos de estos grupos, retaliaciones o acciones de desespero de sus seguidores. El desafío del Estado es alto, nada será gratuito y las reacciones serán múltiples. Tampoco se puede ignorar que la organización de autodefensas sigue siendo fuerte en muchas zonas del país y que si bien en el pasado sus líderes ejercían control por las armas, luego de la desmovilización mantuvieron un trabajo social y político fuerte.

Una de las primeras reacciones de sectores críticos del Gobierno fue que la extradición era una forma de callar a las cabecilla, análisis que hay que sopesar, por cuanto no está dentro de las condiciones de la medida de extradición ni entre sus consecuencias el hecho de que se queden callados.

Otro hecho, las posibilidades de un acuerdo de paz con estos u otros alzados en armas podrían quedar nulas, en el aire. La sensación para las Auc es que las traicionaron, mientras que la argumentación del Gobierno es que no estaban cumpliendo con el proceso de paz y que había de por medio la posibilidad de que quien violara la ley de justicia y paz podía salir del proceso.

De todas formas, hay una cosa para pensar: quedan cuatro por fuera, Ernesto Báez, Ramón Isaza, Julián Bolívar y Freddy Rendón, (alias “El Alemán”), este último de la línea Carlos Castaño, quien tiene a su hermano (Don Mario) en armas y tratando de ganar protagonismo en espacios que antes coparon los desmovilizados.

A nivel nacional, el proceso de justicia y paz prácticamente quedaría como borrón y cuenta nueva. Ahora los desmovilizados llegan a un estado, que como otros estados negocia, pero con énfasis especial en el tema del narcotráfico. Aunque con la extradición el Gobierno deja claro y así lo dijo con el envío de Carlos Mario Jiménez (alias “Macaco”), que en la medida se tuvo en cuenta a las víctimas, en territorio estadounidense a estas personas no las podrán juzgar por hechos que cometieron en Colombia.

Quedan interrogantes, ¿por qué si estaban delinquiendo no le entregaron sus procesos a la justicia ordinaria?, ¿se consolidará una nueva estructura paramilitar?, ¿cuánto tiempo tardó el Gobierno para hacer un seguimiento a las acciones que estarían realizando los desmovilizados desde las rejas para enviarlos en bloque a Estados Unidos? ¿cuánto tiempo tendrán que esperar las víctimas para saber la verdad de todos los hechos ocurridos en los años de dominio de las autodefensas? ¿acudirán las víctimas a tribunales internacionales en busca de la verdad y sitios donde quedaron sus muertos?...

Fueron extraditados porque no decían la verdad: Presidente Uribe

Por: Colprensa, Bogotá. El Colombiano, mayo 14 de 2008

La reinserción en el delito cobijados por los beneficios de justicia y paz, no cooperar debidamente con la justicia en confesar la verdad de sus crímenes y no cumplir con la reparación a las víctimas, fueron los motivos en que el Gobierno nacional sustentó su decisión de extraditar a 13 ex jefes desmovilizados de las autodefensas la madrugada de este miércoles y que según el Presidente Álvaro Uribe, es la muestra de que "la ley de justicia y paz continúa".

En una alocución presidencial, seis horas después que el avión con los jefes ‘paras’ partiera con rumbo a Estados Unidos, el Jefe de Estado se dirigió al país y explicó, en compañía de la cúpula militar y su gabinete de Gobierno, que "algunos de ellos habían reincidido en el delito, después de su sometimiento a la ley de justicia y paz. Otros no cooperaran debidamente con la justicia y todos incumplían con la reparación a las víctimas al ocultar bienes o demorar su entrega".

Uribe dijo que existe un acuerdo de cooperación con el Gobierno estadounidense para que el proceso de reparación no termine con esta extradición masiva de paramilitares. "Los acuerdos de cooperación judicial con los Estados Unidos, facilitan el intercambio de pruebas y la práctica en ese país por parte de las autoridades colombianas. Los Estados Unidos han reiterado su compromiso con esos puntos".

Aclaró que "el país ha sido generoso con ellos, pero no puede permitir reincidencia en el delito, incumplimientos con la norma legal, falta de elaboración veraz y eficaz con la justicia o ausencia de compromiso en la reparación a las víctimas".

De hecho, Uribe manifestó que en este punto el Gobierno "ha pedido y los Estados Unidos han aceptado, que puedan enviar representantes a los juicios que se adelantan en aquel país a fin de continuar en la búsqueda de la verdad sobre los delitos cometidos, en su mayoría antes de este Gobierno".

Enseguida manifestó su interés en que el sea el Estado el encargado de continuar con la facultar de postular y retirar postulaciones a la Ley de Justicia y Paz , "también debe mantener la facultad de apreciar si una persona beneficiada con la suspención de envió al extradición ha cumplido o incumplido con las condiciones exigidas", manifestó Uribe.

Para el mandatario colombiano, el proceso de paz con las autodefensas deberá servir como marco para eventuales acuerdos de cese de hostilidades y acontecimientos de paz con las guerrillas: "que los procesos de paz del futuro con las guerrillas, no sean menos estrictos que el actual proceso. Que los procesos de paz del futuro con las guerrillas, sean procesos de impunidad como sucedió en el pasado".

Y recordó que las guerrillas fueron "los maestros que enseñaron a los paramilitares a penetrar las instituciones democráticas y asesinar a periodistas, sindicalistas, y a tantos colombianos con el resultado de millones de familias abatidas en el luto y la tristeza (...) Recuerden que los paramilitares son hijos de la violencia guerrillera y el descuido del Estado".
Seguimiento a bienes

Con la extradición de los ex jefes de las autodefensas, el Presidente sostuvo que el seguimiento a sus propiedades continuará por parte de las autoridades colombianas, y que dichas riquezas pasarán al fondo de reparación a las víctimas del conflicto armado.

"La Policía Judicial, fiscales y jueces, perseguirán e incautarán todos los bienes para reparar a las víctimas para que haya propósito absoluto para este cometido", dijo Uribe e invitó a los colombianos para que denuncien bienes de propiedad de extraditados o desmovilizados "para facilitar la extinción de dominio y la reparación. Conminamos a los testaferros a acercarse a la Fiscalía a entregar bienes que figuran en su propiedad y que en realidad fueron ilícitamente adquiridos por criminales".

Reparaciones antiguas

Dentro del discurso pronunciado por Uribe, hizo énfasis en la necesidad de que "exista una memoria histórica" construida desde la confesión de anteriores procesos de paz que no exigieron la confesión de la verdad.

Así, el mandatario manifestó que "quienes se desmovilizaron en anteriores procesos de paz, también deben decir la verdad para contribuir a la memoria histórica y evitar que se repita en el futuro la tragedia que estamos superando en el presente (...) Quienes se desmovilizaron en anteriores procesos de paz, deben reparar las víctimas al menos moralmente, ya que económicamente no lo hicieron. Tampoco se les exigió".

Luego pidió que la tutela no sea utilizada para eliminar la extradición, que según Uribe se ha impuesto con el dolor y la sangre de tantos magistrados, jueces, funcionarios y ciudadanos del común. "Invitamos a las víctimas a evitar que algunos de sus voceros se alíen con asesinos para eludir la extradición", dijo.

Por último recordó que el Gobierno ha extendido su interés en las víctimas, motivo por el cual recientemente expidió un decreto para destinar 7 billones de pesos para la reparación de esta comunidad.

A juicio por narcos, ¿y por paras qué?

Por: Claudia López, Columnista El Colombiano, mayo 14 de 2008

Detrás de la decisión del Gobierno nacional de extraditar a los ex jefes de las autodefensas hay tres consecuencias importantes:

Una es el fin del proceso de negociación que el Gobierno adelantó con los paramilitares. Es evidente que este proceso fracasó y esta es, digamos, la salida a ese fracaso.

Lo segundo es que se acabó la parapolítica. Extraditaron a todos los testigos, luego este proceso también se acabó.

Puede que esta no sea la causa de la decisión, pero es un efecto clarísimo. Si fue o no la intención es difícil de establecerlo, pero el efecto es que no hay más testimonios ni fuentes ni pruebas. La justicia colombiana se acaba de quedar sin medios probatorios para el proceso de la parapolítica.

Y lo tercero, en materia de orden público seguramente va a ser una coyuntura difícil porque hay una cantidad de bandidos armados o que se van a armar y se presentarán vendettas por la sucesión de posiciones en el negocio del narcotráfico, hasta que se consoliden unos nuevos jefes.

La decisión más dura, y la primera que la ley preveía que se debía tomar, en caso de que siguieran delinquiendo, como ellos lo venían haciendo, es que perdieran los beneficios de Justicia y Paz.

Obviamente no podía el Estado y la sociedad dejarse burlar por unos señores que prometieron cumplir unas condiciones y no lo hicieron.

La consecuencia de este incumplimiento era pasarlos a la ley ordinaria donde se exponían a sentencias de hasta 60 años de cárcel, como la que le acaban de imponer al teniente Carvajal, en el caso de Jamundí, por una masacre. Imagínense entonces los procesos y las sentencias a las que ellos hubieran estado expuestos.

La decisión más dura que el Gobierno podía y debía tomar en relación con los ex jefes de los paramilitares, si habían seguido delinquiendo, era pasarlos a la justicia ordinaria y por allí juzgar todos sus delitos comunes y de lesa humanidad, que son la prioridad.

Tanto la justicia nacional como la internacional tenían un criterio en torno a que prevalece el juzgamiento de delitos de lesa humanidad sobre los de narcotráfico y por eso tenían que pasar a la ley ordinaria, pero aquí lo que el Gobierno está diciendo es que prevalecen los delitos de narcotráfico sobre cualquier otro y esto va a provocar que las víctimas acudan a las instancias de jurisdicción internacional porque es evidente que el Estado colombiano fue incapaz de impartir justicia frente a sus delitos y a los derechos de las víctimas.

miércoles, 7 de mayo de 2008

¡ESCUCHAR, SEÑORES Y SEÑORITAS!

DIEZ REGLAS DEL ARTE DE ESCUCHAR[1]


1. ESCUCHA IDEAS, NO DATOS


Los buenos historiadores desdeñan los libros de historia que sólo acumulan datos —nombres de reyes, fechas dc batallas— sin integrarlos en un marco inteligible.

No caigas en ese defecto al escuchar. No seas un mero recolector de datos. Escucha las ideas. Las ideas son el marco de toda conversación. Las ideas acaso no sean fáciles de encontrar, pero están ahí. Los datos se mencionan únicamente para probar la validez de las ideas. Al escuchar, pregúntate a ti mismo: «Por qué me da ese dato?» «A dónde lleva?» «De ser cierto, ¿qué demuestra?» Y si de hecho demuestra una idea, «a dónde lleva esa idea?» Escucha ideas, no datos.


2. EVALÚA EL CONTENIDO, NO LA FORMA

«Pigmalión», de George Bernard Shaw, es una de las grandes obras teatrales del pasado siglo. Tanto en su forma original como en la versión musical, «My Fair Lady», constituyó un éxito artístico y económico.

El profesor Henry Higgins, uno de los personajes principales de la obra, es capaz de descubrir el lugar de nacimiento, el status social, la ocupación y muchos otros datos de cualquier persona con sólo oírle pronunciar una frase. Sin embargo, aunque presta atención a cómo le hablan, por lo general se olvida de oír lo que le dicen. Eliza Doolittle le explica una y otra vez que quiere ser aceptada como ser humano, con sus sentimientos y emociones. Higgins, sin embargo, nunca oye el contenido de su mensaje, y, a causa de este descuido, es despreciado para siempre.

Esta historia nos sirve para subrayar una cuestión importante: la esencia de todo mensaje es el contenido; la forma es secundaria. Al escuchar debemos acostumbrarnos a buscar y centrarnos en el contenido.

Se puede hablar con encanto y estilo, agradablemente, sin decir realmente nada. Se puede hablar con aire de autoridad y estar totalmente confundido. Se puede hablar toscamente y decir cosas importantes. ¡Supera los prejuicios y escucha! Quizás te alegres de haberte tomado esa molestia.
Escucha atentamente lo que dice la gente; fíjate en sus palabras, no en su forma de expresarse.


3. TOMA NOTAS

El que sabe escuchar sabe también ser flexible. Sabe que el principio básico del arte de escuchar estriba en el reconocimiento de que cada persona es única y hay que escucharla de un modo particular. Con ciertas personas es necesario tomar muchas notas. Con otras, bastan unas pocas. El estilo de las notas debe reflejar el estilo del que habla, ¡no el del que escucha!
Intenta captar tan pronto como sea posible la forma en que el que habla organiza sus ideas, y adapta tus notas a ese estilo formal.

En ocasiones, se pueden resumir largos párrafos en una simple frase. Los ejemplos no es necesario recordarlos; su función es ayudar a comprender la idea.

En ocasiones, los datos y los detalles son esenciales: constituyen la esencia de la cuestión. En ese caso habrá que anotados. Cuando el jefe está dando instrucciones o un cliente especificaciones acerca del trabajo que has de hacer, los detalles constituyen el mensaje. Lo mismo se puede decir en el caso de las personas que hablan en público.

Algunos oradores son muy densos: la mayor parte de lo que dicen es importante. Otros necesitan mucho tiempo para exponer cada punto. Algunos hacen un exordio largo y lento pero, cuando entran en materia, dicen mucho en poco tiempo.

Fíjate en el estilo propio de cada uno.

Y fíjate, tanto como en sus palabras, en su actitud. ¿Está diciendo algo con intención de hacer gracia? Entonces probablemente se trata de un ejemplo. ¿Puedes decir por su actitud que se trata de un chiste? ¿O que está diciendo algo verdaderamente importante para él? Estas constituyen señales para el que escucha, para el que toma notas. Estate atento a ellas.
Cuanto mejores sean las notas, tanto mejor habrás escuchado. Toma nota: tomando nota se aprende a escuchar.


4. CONCÉNTRATE

El que sabe escuchar evita las distracciones, ya suprimiéndolas, ya resistiéndose al impulso a dejarse llevar por ellas cuando no es posible suprimirlas del todo. El que escucha mal se distrae con facilidad. En verdad, el que escucha mal parece a veces que incluso provoca las distracciones.
Concentrarse tampoco consiste en estar rígido, las mandíbulas prietas, la mirada febril, los nudillos blancos de tensión. Con ese falso género de concentración no se puede hacer nada, ni devolver una pelota en el tenis, ni aprender a bailar, ni disfrutar de una conferencia.

La verdadera concentración es atención, pero atención distendida. Es tener la mente abierta e interesada. Es llegar pronto a la reunión (o a la conferencia, película, obra teatral o discurso) para conseguir un asiento desde donde puedas oír bien, donde los motivos de distracción queden a tus espaldas, no entre ti y el orador.

No esperes a que el que habla capte tu atención; céntrate en él. Pon en él tu mente y tu atención. Busca la esencia de lo que dice. Y, cuando la encuentres, no dejes de atender: puede haber más.
Escucha igual que quisieras que los demás te escucharan a ti; de ese modo, el que habla y tú lograréis la máxima comunicación. La concentración es algo que se nota, y el que habla se dará cuenta enseguida.

Sé consciente de lo que te impide concentrarte. y lucha contra ello.


5. EL PENSAMIENTO ROMPE LA BARRERA DEL SONIDO

Pensarnos cuatro veces mas rápido de lo que hablamos. Eso significa que tu pensamiento puede adelantarse al que te está hablando y que después, cuando trates de volver al hilo del discurso, te resultará casi imposible hacerlo. Aun cuando él se exprese con lentitud, te habrá dejado atrás. Internas entonces adivinar qué ha dicho y qué va a decir.., cayendo así en el fantaseo.

El que sabe escuchar aprovecha la diferencia de velocidad entre el pensamiento y la palabra, empleando el tiempo sobrante en reunir las ideas, interpretar la elección de términos, evaluar la fuerza y la lógica de los argumentos del qué habla y responder con gestos de la cara o movimiento corporales.

El que sabe escuchar se pregunta si tal cosa constituye realmente un dato importante, cómo casa tal afirmación con tal otra, si tal manifestación coincide con su propia experiencia...
Aprovecha de modo productivo la diferencia de velocidad entre el pensamiento y la palabra hablada.


6. ESCUCHA ACTIVAMENTE

Sigmund Freud fue una de las personas que más profundamente han escuchado a los demás. De hecho, todo el psicoanálisis se basa en escuchar a las personas.

Freud comprendió el valor curativo que tiene el hablar con alguien que nos escuche y nos comprenda. Sabía también que eligiendo las palabras, la forma de hablar (y de no hablar), los movimientos de las manos y las expresiones faciales, revelamos lo más profundo de nuestros pensamientos y sentimientos. Freud aprendió por sí mismo a prestar la máxima atención a todas estos detalles: quienes le vieron trabajar recordaban más tarde que se mostraba extraordinariamente atento, alerta y vivo mientras escuchaba.

Escuchar bien es escuchar activamente. Es hacer saber al interlocutor que lo estamos escuchando. Es repetir con palabras nuestras lo que ha dicho, de modo que pueda comprobar si le hemos entendido bien. Es preguntar cuando no hemos comprendido algo y asentir con la cabeza cuando hemos comprendido. Es pensar en las consecuencias de lo que dice nuestro interlocutor y plantear preguntas que se lo hagan ver. Esto da al que habla la oportunidad de rectificar malentendidos y llenar huecos, de modo que el mensaje quede claro.

Escuchar es una labor ardua, pero fructífera. Escucha activamente.


7. ESCUCHA CON OPTIMISMO

Aunque un tema parezca muy aburrido a primera vista, existen cientos de personas, acaso miles, que han hecho de él el centro de su vida. Al principio quizá parezca aburrido, oscuro, lleno de pormenores; pero, si te esfuerzas por interesarte en él, quizá quedes sorprendido al ver el provecho que puedes sacar.

Todos hemos tenido la experiencia de, tras haber sentido antipatía por una persona en un primer momento, verla convertida después en un amigo intimo y preciado. Lo mismo sucede con ciertos temas: al principio nos resultan aburridos y luego pasan a ser nuestros favoritos.

Ahora bien. ¿por qué perder el tiempo esperando que una persona o un tema nos atraigan? Existe un medio más adecuado: hacer un esfuerzo consciente para interesarnos desde el principio.

Si nos enfrentamos a las materias nuevas con actitud optimista, podemos encontrarnos con que sucede algo apasionante. El nuevo tema será fácil de asimilar, interesante, y, quién sabe, quizás lleguemos a enamorarnos de él y a transmitir nuestro conocimiento a otros.
Escucha con optimismo.


8. NO SALTES A LAS CONCLUSIONES

A veces, empezamos o oír hablar a una persona e inmediatamente nos imaginamos que podemos completar el resto, que sabemos lo que va a decir a continuación, de modo que dejamos de escuchar.

Luego. estamos convencidos de que esa persona ha dicho realmente lo que pensábamos que iba a decir. No obstante, dice que le hemos entendido mal, y seguro que tiene razón.

Saltar a las conclusiones es un fallo común. Al suponer que sabemos lo que viene a continuación, podemos perjudicar seriamente la comprensión de lo que realmente no está diciendo nuestro interlocutor en ese preciso momento. Y a partir de ahí, todo va de cabeza, perdemos el hilo de la conversación y nos hundimos, sin esperanza de salvación, en las arenas movedizos de nuestra mente. Espera. Sigue a la escucha. Atiende. Limpia tu mente de ideas propias y escucha las del otro. No saltes a las conclusiones.


9. MANTÉN LA MENTE ABIERTA... CONTÉN LOS SENTIMIENTOS

Ten cuidado con las palabras que tienen carga emotiva, palabras que ponen en movimiento pensamientos, sentimientos y recuerdos. Para el que escucha mal, que se distrae fácilmente con cualquier cosa, la lista de palabras de este género es prácticamente infinita. El que escucha mal parece estar a la espera de la palabra errónea para perder el hilo de la conversación o distraerse del tema central de la misma.

Hay palabras de este estilo que no se pueden ignorar, pero siempre se puede reducir el peligro al mínimo. Recuerda qué palabras provocan en ti sentimientos. Luego, cuando oigas alguna de ellas en una conversación o en un discurso, toma nota simplemente de su presencia y sigue adelante, centrando la atención en las ideas esenciales. De esta manera podrás contrarrestar el potencial electo perturbador de esas palabras.

Mantén la mente abierta... contén los sentimientos.


10. EJERCITA LA MENTE

Todos sabemos que, en el caso del trabajo físico, sólo mediante el esfuerzo puede uno crecer, fortalecerse, aumentar su capacidad y mejorar sus logros. Lo mismo se puede decir del trabajo mental: sólo manejando temas difíciles ganamos confianza en nuestras facultades mentales y las desarrollamos.

Si, cuando se plantea una cuestión compleja, lo que haces es «desconectar», perderás una gran oportunidad de aprender, de descubrir, de ampliar tus horizontes. Todos hemos tenido la experiencia de cómo, una vez que hemos dominado un campo de conocimientos y nos hemos familiarizado con él, nos ha servido para comprender otros campos más complejos. Se trata de un sentimiento embriagador, uno de los goces del aprender. Sentimiento que sólo se puede vivir sí al escuchar acogemos con ilusión y recibimos no con temor la información compleja que nos llega.
No hay diferencia entre el nivel de inteligencia del que escucha bien y el del que escucha mal. Pero éste y aquél tienen actitudes marcadamente diferentes frente a las materias difíciles. La actitud esforzada del que escucha bien le lleva a ampliar su horizonte intelectual y ampliar su capacidad de concentración.

[1] La información contenida en este artículo se basa en material elaborado por el Dr. Lyman K. Steil, presidente de la División de Comunicación Oral, Departamento de Retórica, de la Universidad de Minnesota y asesor especial de Sperry.

viernes, 2 de mayo de 2008

PERIODISMO Y ESCRITURA

Los errores restan credibilidad y suman molestias
Por: Víctor León Zuluaga Salazar

El lector Efraín Machado Argumedo, en mensaje del 13 de marzo dice que "al leer lo que pregunta el sondeo virtual me quedo perplejo de la mala utilización del verbo colocar. Existe un desconocimiento enorme sobre la debida utilización de este verbo y la no utilización del verbo poner. El reemplazo del verbo colocar por el verbo poner es una de las mayores causas de atropello del idioma español. Según el diccionario de la RAE, 'poner' ofrece 44 acepciones de uso común, sin contar los giros que registra para usos en ambientes familiares o coloquiales. Por el contrario, 'colocar' registra pocos significados: se coloca algo en un lugar específico y con una intención dada; también se coloca dinero en inversión; un producto se coloca en el mercado y alguien se puede colocar en un empleo".

La lectora Carolina Londoño expresa lo siguiente: "escribo porque el día de hoy leyendo un reportaje sobre las gafas de sol encontré un error "horribleeeeee" y considero importante hacerlo notar. En uno de los recuadros de la parte superior dice: "... más mejor"... increíble que no noten estos pequeños errores que se ven muyyyyyyyyy mal!". Edición del domingo 18 de noviembre, página 6c.

El lector Federico Díaz González señala dos errores: "La familia de Íngrid espera por pruebas". La expresión espera por es un anglicismo, fruto de la traducción literal de to wait for, que traduce "esperar algo o a alguien". En inglés escribiríamos Ingrid´s family waits for survival proofs. Pero en español es innecesaria la preposición por después del verbo esperar. Por lo tanto, la frase correcta es: "La familia de Íngrid espera pruebas". Edición del pasado martes 20 de noviembre, página 3a.

Y en la edición del sábado 27 de octubre de 2007, página 14a, en el artículo "Llegaron los acrílicos (?): "(?) Fajardo le mostraba a los periodistas un pedazo de este material (?)", el lector hace el siguiente comentario: "el complemento directo (o acusativo) de esta frase es "un pedazo de material"; el complemento indirecto (o dativo) es "los periodistas"; por ser este último complemento un plural lo correcto sería escribir les mostraba en vez de le mostraba".

Estos cuatro mensajes que se refieren a errores en el uso del lenguaje menoscaban la calidad de los contenidos informativos de EL COLOMBIANO.

Aunque en otras ocasiones se han analizado mensajes de los lectores señalando idénticas fallas de escritura y por ende causando las mismas molestias, es necesario insistir en la necesidad de ejercer un control más eficiente. Algunos periódicos publican una sección de fe de errores en la que incluyen las correcciones a las palabras mal escritas y aún mal digitadas, porque consideran que están en deuda con los lectores y necesitan recuperar la credibilidad perdida.

El asunto de la credibilidad de los medios de comunicación es tan sensible que el periodista norteamericano Joseph Pulitzer insistía en la necesidad de cuidar los detalles pequeños para ganar la confianza del lector en los hechos grandes y trascendentes.

La precisión y la corrección son dos atributos fundamentales del buen periodismo. Un error ortográfico, una palabra mal usada, una cifra equivocada y un lugar geográfico errado, para simplificar la enumeración, genera desconfianza y molestia entre la comunidad de lectores.
El profesor Jack Fuller, en su libro Valores Periodísticos, sostiene que "existen tantas razones como ocasiones para cometer estos errores: chapucería, mal escuchados, mal dichos, travesura. Pero al lector de la noticia no le importan las razones más que al conductor de un automóvil nuevo le importa por qué se soltó la manija de su puerta. El error es responsabilidad del periodista sin importar la causa".

Es válido todo esfuerzo para lograr mejores textos. Los diccionarios y otras herramientas están al alcance. Quizás es necesario establecer algún mecanismo válido como el que usan otras organizaciones para ejercer un control de calidad. Un solo error atenta con el periodismo de calidad.

Cada autor deberá leer y releer su texto para pulir y corregir. Un error que se le cuele cuesta detectarlo. Y es posible que se cuele y salga publicado.

Escribir bien es requisito de la calidad periodística

Por: Víctor León Zuluaga Salazar

Escribe nuevamente el lector Jorge Aguirre lo siguiente: "Tunear es un adefesio gramatical y de léxico. Es una degeneración que se hace del verbo inglés "to tune" al que se le agrega la terminación "ar" de los infinitivos en español. Si seguimos así sería entonces muy natural decir, por ejemplo, "washear" por lavar o qué tal "printear" por imprimir (to print)".

Otro día dice el mismo lector Jorge Aguirre que "en la sección Hoy invito aparece stand up comedy... se debe hablar de comedia y comediante y dejar de lado ese anglicismo innecesario".
Federico Díaz González se lamenta por el uso de la palabra "boom" y se pregunta: "Si en español tenemos la palabra auge, ¿por qué escribir boom? Y si, por alguna razón, se quiere usar esta última, ¿por qué no escribirla en cursiva, como debe hacerse con las palabras en otros idiomas?".
Estos tres casos invitan a reflexionar sobre el doble compromiso que los periodistas tenemos con el uso correcto del idioma. En primer lugar porque se trata de uno de los requisitos de la calidad periodística. Y en segundo término, porque es un deber, una de las responsabilidades sociales del ejercicio profesional.

Alberto Gómez Font, reconocido lingüista, quien coordina la Fundación Español Urgente, Fundeu, dijo en una entrevista al diario Tiempo, de Tegucigalpa, Honduras, que "La responsabilidad del periodista, además de informar bien, es tener en cuenta que la lengua española es su herramienta de trabajo y tiene que saber manejarla bien porque hay muchos hablantes del español que no están suficientemente seguros de su lengua y toman como modelo a los periodistas".

Y agregó que "aunque en las facultades de comunicación no se preste demasiada atención al buen uso del lenguaje, la verdad es que sí es un deber que asumen los periodistas. Si un periodista dice una palabra mal dicha o utiliza una oración mal construida o la escribe con mala ortografía, puede ser perjudicial porque su trabajo tiene mucha difusión".

El uso de palabras procedentes de otros idiomas e incorporadas al lenguaje periodístico, es complejo. Algunos autores conceptúan que hay un "afán de subirse al carro de la moda".En otros casos puede explicarse por la afirmación del periodista y escritor Alex Grijelmo: "la Academia recoge con suma atención los usos que están en la prensa, los lleva al Diccionario cuando los considera muy extendidos y, como tales usos son a menudo empobrecedores, se empobrecen de este modo el Diccionario y los recursos de nuestro idioma. Y seguramente con ello se empobrece nuestro pensamiento".

Y concluye que "el español está preso actualmente en ese círculo preocupante, pues los periodistas carecen por lo general de una buena formación lingüística, y su gusto por el idioma se halla en un nivel inferior a la media de la sociedad; algo les impide consultar sus dudas en los diccionarios y libros de estilo, y así su lenguaje plano, acomplejado ante el inglés y el francés, se esparce por todos los lugares".

Los medios de comunicación pueden contribuir eficazmente al deterioro de la lengua. Es relativamente fácil encontrar vocablos como panty, boxers, parking, casting, typiar, chatiar, tickets y centenares de palabras del uso, o del mal uso coloquial, llevadas al escenario periodístico con audacia, por decir lo menos sin recurrir al diccionario para encontrar sus equivalentes en español. O en el último caso indicando que esa expresión es un extranjerismo.

El mundo digital que nos invade obligará a los académicos a introducir nuevas palabras en el Diccionario de la RAE, que denominen estos instrumentos, aplicaciones y procedimientos. A los periodistas a pensar dos veces qué y cómo hacerlo. Y a los lectores a participar, a criticar y preguntar. Finalmente el español es una lengua viva, que debe evolucionar y moverse a la par con la sociedad.